Podríais luchar por injusticias, tales como el caso de Rosalind Franklin y el nobel de biología o buscar el reconocimiento de aquellas mujeres que sí se dedicaron a la ciencia como Jocelyn Bell, Lise Meitner, Hedy Lamarr o hasta hace poco Barbara McClintock cuyos descubrimientos e inventos propios no fueron reconocidos fueron o tuvieron que ser apropiados por hombres para que se les reconociera el mérito, eso sí, mucho tiempo después. Y más que me dejo, que si bien no se estudian hasta donde yo sé, sus intereses y aspiraciones científicas y extrema curiosidad trascienden de ninguna sociedad opresora.
Y si queréis luchar por la igualdad, los hombres no tenemos muchos derechos en materia de paternidad que estaría bien cambiar. Que cualquiera que tenga interés o quiera dedicarse única y exclusivamente a la ciencia pueda hacerlo sin inconvenientes o problemas ni depender de ningún estado ni marido como sí se daba en los años 50 (por ejemplo).
La física no es un invento, es un descubrimiento.
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