El suicidio entre los jóvenes ha ido en aumento. Esto quiere decir que los suicidas menores de treinta años se suicidarán cuando sean mayores engrosando así la lista de suicidios del país que aumentó con la crisis. Qué casualidad.
Nadie consigue suicidarse a la primera. Menos éstos jóvenes que no consiguen nada a la primera ni a la última.
Un mejor o mayor acercamiento de las instituciones a las puertas de los jóvenes en paro, una asistencia real en lugar de tener esclavos en el sistema anclados chupando de ayudas y subsidios para los servicios sociales que no sirven ni para mear, aprovecharía mejor esa ayuda que estamos dejando escapar como país que es creativa, fiel y hasta flexible tanto en horarios, como en cuerpo y alma respecto a los principios y al salario o al tipo de jornada laboral, es una inversión. ¿O qué quieren?¿Que los que cuiden a los adultos que serán los viejitos de mañana los extranjeros? Después de como los hemos cuidado, bien apañaos iban a estar. Quizá así aumente el suicidio asistido temporalmente y luego cede de golpe, en una generación o en la primera generación con eutanasia asitida. Asistida quizá por telecirco, con público en directo y todo. Lo morbosos que son los anónimos de internet.
Sería un bombazo, chispeante... según la muerte que elijan. Probablemente dignamente a base de drogas en cama. Quizá con una última cena. Y, si no es mucho pedir, un habano, un whisky, una viagra y una... (insertar aquí... el equivalente de una zorra famosa mayor).
Quién sabe, quizá así dentro de unos años sí de gusto suicidarse, no como ahora. Aunque por ley no lo llamarán así, seguro que salen con algún eufemismo estúpido como:
aunque para ello deban sacar las narices de la Iglesia dentro de las instituciones y cobrarles el IVI. Que es como una M sin picos.
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