Somos máquinas de analizar información sin un propósito.

Ahora mismo, podemos procesar bastante cantidad de información
audiovisual, entre otras, y poder aprovechar el entendimiento

Pero, ¿de qué sirve todo ésto?
Hemos convertido nuestros vacíos existenciales
en un miedo a dejar de recibir estímulos de información...
vacíos también o, en su mayoría (o mayor parte),
carentes de sentido.
Tanto, que no nos hemos parado a pensar.
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Los guionistas eligen sus películas acorde a los proyectos (o el tipo de proyectos)
que quieren desarrollar.
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¿De verdad podemos aprovecharla para algo a lo que podamos sacarle valor?
Para un cerebro plano, está bien
pero el nuestro vive ¡en 11 dimensiones!
Somos capaces, por tanto, de eso, y de mucho más a la vez.
El problema es la falta de tiempo
y que no sabemos
si es parte del problema
o de la solución a encontrar.
si es parte del problema
o de la solución a encontrar.
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